Existen algunas condiciones que pueden afectar la forma y apariencia de los senos, y que resultan poco conocidas. Una de ellas es las Mamas Tuberosas. Se trata de una afección que, aunque no representa un riesgo para la salud, sí puede tener un impacto importante en la autoestima de la paciente. Es por esta razón, que hemos querido hablar en esta oportunidad de sus causas, síntomas y tratamientos, de modo que puedas entender mejor este padecimiento y que opciones existen para corregirlo.
¿Qué son las mamas tuberosas?
Se trata de un trastorno congénito que afecta el desarrollo y la forma de los senos, y tiene su origen en la etapa de la pubertad. Esta condición es también conocida como senos tubulares o senos constreñidos, debido a que las mamas tienen una forma alargada y tubular cilíndrica en lugar de los senos redondeados que normalmente conocemos.
Características principales
Las mamas tuberosas, además de tener una forma de tubo, también son causantes de senos caídos y producen un pliego mamario que se ubica más arriba de lo normal. Otra característica que se puede observar es que la base del seno es más estrecha, están más separados uno de otro y la areola suele ser grande. También hay falta general de tejido mamario y pezones que apuntan a diversas direcciones.
Estas cualidades pueden ser evidentes en uno de los senos o en ambos, lo cual produce asimetría.
Aunque la apariencia puede variar mucho de una persona a otra, esta condición puede ir de leve a grave, aunque no representa un problema para la salud general del paciente. En los casos más sutiles, es posible que la persona no lo note hasta la edad adulta, pero los más serios, el paciente puede ver su salud mental y emocional afectada.
Causas de la mama tuberosa
Aunque no se tiene claro la causa de las mamas tuberosas, y aún se continúan haciendo estudios al respecto. Algunas investigaciones indican que un cambio genético durante el desarrollo del feto o también por causa de un desarrollo anormal del tejido mamario durante la pubertad.
Factores genéticos y desarrollo
Existe una predisposición genética en la que las personas con familiares que tienen esta condición, tienen más probabilidades de padecerla. Además, hay algunas mutaciones genéticas que se han asociado a las mamas tuberosas, pero no se ha determinado que efecto tienen.
Influencias hormonales
Un desequilibrio en las hormonas puede ser también la causa. Un trastorno en los niveles de estrógeno y prolactina puede provocar que los senos no se desarrollen de forma normal.
También se ha estudiado que durante la pubertad los pacientes que tienen senos tuberosos han presentado un desarrollo lento de las mamas, al contrario de quienes tienen senos normales, los cuales suelen tener un crecimiento rápido durante esta etapa. Debido a esto, la mayor parte del tejido mamario se concentra en la zona de la areola, dando la forma de tubo que caracteriza a los senos tubulares.
Síntomas y diagnóstico de las mamas tuberosas
Señales y síntomas comunes
Como mencionamos antes, la apariencia de unas mama tuberosas puede variar mucho de un paciente a otro, incluso puede haber diferencias entre un seno y otro. Pero entre los signos más comunes de esta condición podemos encontrar:
- Un espacio entre ambos senos mayor a 3,80 centímetros.
- Los senos tienen forma de tubo, cono o triángulo.
- La curvatura de la mama es angosta y puntiaguda.
- La areola está hinchada o recrecida y orientadas hacia abajo.
- Uno de los senos puede tener mayor tamaño que el otro.
- Los pezones pueden tener tamaños diferentes.
- La base del seno es estrecha o constreñida.
- Hay una distancia menor a la usual, entre el pezón y el pliegue debajo del seno.
- Los senos se ven caídos, flácidos y con poco volumen.
- Piel tensa en el área de los senos, que puede llegar a provocar incomodidad.
Métodos de diagnóstico
El primer método para determinar la presencia de mamas tuberosas es a través de un examen físico realizado por un médico especialista, como un cirujano plástico o mastólogo. Al observar el tamaño y la forma de los senos; así como la ubicación del pezón y de la areola, este puede determinar si está presente la afección o no.
Aunque los senos tuberosos no suelen ser una condición peligrosa, el médico puede solicitar al paciente, realizarse algunos estudios o pruebas adicionales para complementar el diagnóstico, tales como mamografías, ecografía o una resonancia magnética. De modo de saber si existen otras afecciones en las mamas y poder determinar el tratamiento más adecuado.
Por lo general, las personas que buscan un diagnóstico sobre esta condición lo hacen por el deseo de someterse a una cirugía estética para corregirla.
Tratamientos para las mamas tuberosas
Los tratamientos para las mamas tuberosas están asociados con procedimientos estéticos que permitan mejorar la apariencia de los senos, de modo que se pueda reducir la flacidez, dándole mayor volumen y simetría.
Opciones quirúrgicas
Entre las opciones que implican una cirugía estética están:
- Aumento de pechos con implante mamario. Este procedimiento permite corregir la forma de las mamas y elevarlas para que tengan mayor proyección. Es posible utilizar implantes de gel o de solución salina, y se pueden colocar tanto debajo del tejido mamario, como del músculo pectoral. Un aumento de senos cuando se tiene mamas tuberosas implica un enfoque diferente al tradicional, ya que implica corregir el ancho, la asimetría de los senos y la forma y el tamaño de la areola y los pezones.
- Levantamiento de senos. En los casos leves, es posible que la paciente pueda necesitar sólo un levantamiento de senos. En el que se elimina el exceso de piel y se tensan las mamas para darle una forma más levantada y quitar la flacidez.
Dependiendo de la gravedad de la condición y de cada paciente en particular, el médico decidirá si se hace una combinación entre ambos procedimientos para obtener un mejor resultado, en el que se puede dar una forma redondeada a los senos, para conseguir un aspecto más natural.
Procedimientos no quirúrgicos
Un injerto de grasa sin implantes mamarios, es el procedimiento menos invasivo para solucionar casos leves. Con la inyección de la propia grasa, extraída de otras partes del cuerpo del paciente, y luego de un proceso de purificación, se puede volver a inyectar en los senos.
Este tipo de tratamiento puede ser una opción por sí sólo, pero no en todos los casos.
Las deformidades de los senos tubulares pueden corregirse con una combinación entre un aumento de senos y un injerto de grasa, que puede aflojar la grasa de la zona del pecho, modificar la apariencia de los pezones muy proyectados y ofrecer como resultado unos pechos que luzcan más naturales y un escote más atractivo.
Consideraciones especiales
Mamas tuberosas y lactancia
Una preocupación normal que puede surgir durante el embarazo es que si se puede amamantar con prótesis mamarias, pero en una paciente que tiene mama tuberosa, la duda es si será posible amamantar al bebé de manera natural a pesar de esta condición.
La realidad es que cada paciente puede ser diferente, y que la forma de los senos no determina la producción de leche materna. Sin embargo, en las mamas tuberosas hay la posibilidad de tener menos tejido glandular que en unos senos normales, y esto puede provocar una menor producción de leche, pero no es en sí mismo un impedimento para dar pecho al bebé.
En algunos casos, es posible también, junto con la ayuda de un asesor de lactancia calificado, lograr amamantar al bebé, aportando los nutrientes y anticuerpos de la leche materna que este necesita, de forma normal o al menos casi normal. Incluso, en algunos pacientes que tienen una condición grave en un seno y leve en otro, podrían producir leche en el seno con mayor tejido glandular, y con ello amamantar al bebé.
Impacto psicológico y autoestima
En las mujeres que tienen senos tubulares, la apariencia de los senos puede causar problemas de autoestima, ya que la paciente no se siente satisfecha con su imagen corporal. Sintiendo vergüenza, lo que implica sentir baja autoestima, y en casos más extremos puede llevar a la paciente a sentir ansiedad y depresión.
Los senos tubulares también pueden hacer que la mujer tenga dificultades en sus relaciones íntimas, afectando su vida personal. Así como también evitar ir a la playa o utilizar ropa ajustada donde pueda quedar en evidencia su condición.
Conclusiones y recomendaciones
En resumen, uno de los puntos más importantes a destacar es el hecho de que tener las mama tuberosas no significa tener un problema de salud. Sin embargo, la gravedad de la condición puede afectar en mayor o menor medida la autoestima del paciente, y ello puede depender también de la personalidad de la persona, de su entorno y de sus experiencias de vida.
Adicional a los tratamientos médicos que pueden mejorar la forma de los senos, la ayuda de un terapeuta o consejero puede ser necesaria para que el paciente pueda enfrentar la condición de una manera más saludable.