Después de una cirugía se pueden presentar distintas situaciones inesperadas, una de ellas son los seromas. Por eso, queremos explicarte qué es un seroma, sus causas, síntomas, tratamiento y formas de prevenirlo. ¡Sigue leyendo!
Tabla de contenidos
¿Qué es un seroma?
Un seroma es una acumulación de fluidos no infectados y de color claro, que se aglomeran debajo de la superficie de tu piel. Los seromas se pueden desarrollar después de un procedimiento quirúrgico, en la zona de la incisión o dónde se eliminó tejido.
El serum o suero es el líquido que se acumula debajo de la piel, de ahí el nombre. Pueden surgir rápidamente tras la cirugía o tardar semanas en aparecer.
Es una de las complicaciones más comunes después de una cirugía.
Causas y factores de riesgo
Un seroma se puede formar después de procedimiento quirúrgico, pueden ser incluso cirugías menores, aunque es más común en procedimientos mayores, o en aquellos donde se elimina o trata un área muy grande de tejido blando.
El espacio muerto donde se acumula el líquido, o una cavidad vacía, se puede formar como resultado de una mala cicatrización de la herida. El daño a vasos linfáticos cercanos durante la cirugía puede causar fugas del fluido hacia ellos, resultando en la formación del seroma.
Por eso, en muchos casos se colocan tubos de drenaje alrededor de la incisión para tratar de prevenir el seroma. Te los dejarán por algunas horas o días, dependiendo de la cirugía, para evitar que el fluido se acumule. Aunque puede pasar que esto no sea suficiente prevención, ya que los síntomas del seroma pueden notarse una o dos semanas tras la cirugía.
Realizar mucha actividad física durante el proceso de recuperación o ignorar las indicaciones del posoperatorio del cirujano podrían contribuir a la aparición de un seroma.
Procedimientos quirúrgicos comunes asociados con seromas
- Procedimientos del contorno corporal, como liposucción, aumento de senos o glúteos.
- Mastectomía.
- Cirugías para las hernias.
- Abdominoplastia.
- Cirugías para la eliminación de tejidos o masas, como de tumores de tiroides, que requieren separación de múltiples capas de tejido.
Factores que aumentan el riesgo de desarrollar un seroma
- Tamaño de la intervención quirúrgica, hay mayor riesgo en intervenciones más grandes.
- Técnicas quirúrgicas empleadas.
- Condiciones médicas preexistentes del paciente, como si tiene historial de presentar seromas.
- Un procedimiento que afecta grandes cantidades de tejido.
Síntomas y diagnóstico
Signos y síntomas de un seroma
La mayoría de los seromas se presentan como un quiste o bulto debajo de la piel, cerca de la incisión, puede ser doloroso o sensible al tacto. Si sospechas que tienes un seroma, toca un extremo del área y mira si hay un movimiento como de ola debajo de la piel, esto indicaría que hay fluidos.
Podrías tener una secreción transparente o amarillenta desde la incisión de la cirugía. Es posible que si el seroma se infecta, esa secreción puede tener sangre, cambiar de color o desarrollar cierto mal olor. Además, se verá rojo y sentirá caliente al tacto. Si esto te sucede, deberás llamar a tu doctor lo antes posible.
Si el seroma es grande, puede que se inflame y sea doloroso.
Métodos de diagnóstico
Un seroma puede ser identificado durante una examinación física. Si no se logra a través de esta, puede que deban hacerte un ultrasonido, para visualizar mejor el seroma.
Las imágenes como ecografía o tomografía computarizada ayudarán también a un mejor diagnóstico.
Tratamiento y manejo de seromas
Opciones de tratamiento de los seromas
El tratamiento de los seromas dependerá principalmente de la severidad de la acumulación de fluido que tenga el paciente. Puede que el cuerpo naturalmente reabsorba el seroma en unas pocas semanas o meses, por lo que no se necesitará ningún tratamiento.
Tomar medicamentos no hará que el seroma desaparezca más rápido, pero podrías tomar medicación de venta libre para alivio del dolor, como ibuprofeno, para disminuir el dolor o incomodidad; además, para ayudar a disminuir la inflamación. Si piensas que los necesitas habla con el doctor sobre qué opciones tienes.
Los seromas pequeños puede que no se reabsorban por completo, pero incluso así no tienen un impacto significativo en la salud del paciente y seguramente no requerirán tratamiento.
Por otro lado, puede haber casos de seromas grandes que sí requieran tratamientos médicos, si el área afectada crece o si presenta cualquier signo de infección. En estos casos el médico podría recurrir a:
- Drenaje por aspiración con aguja fina o con una jeringa. Esto puede aliviar el dolor, si el líquido es claro se confirma que no hay infección. Se puede hacer más de una vez.
- Colocación de drenajes quirúrgicos.
- Compresión y vendajes. Se pueden aplicar al área infectada para minimizar la secreción y prevenir que el líquido se siga acumulando.
En casos muy raros puede que se deba hacer una intervención quirúrgica.
Posibles complicaciones si no se trata adecuadamente
Como mencionamos antes, el seroma puede drenar líquido hacia el exterior de la piel, si este no es de color claro y si empiezas a tener síntomas de infecciones, podrías desarrollar un absceso. Para lo que necesitarás un tratamiento médico específico.
Esta infección secundaria es poco probable que desaparezca sola, incluso podría aumentar el tamaño y generar incomodidad. Y el mayor riesgo sería desarrollar un malestar mayor o incluso sepsis.
Los síntomas de una infección severa incluye fiebre, escalofríos, confusión, cambios en la presión sanguínea, aumento de los latidos del corazón o de la respiración.
¿Se pueden prevenir los seromas?
La colocación de drenajes quirúrgicos tras las cirugías pueden prevenir el desarrollo de seromas. Si tienes tendencia a desarrollar este tipo de acumulación de líquidos deberás hablar con tu doctor y este te ayudará en la prevención.
El uso de prendas de compresión son un método de cuidado posoperatorio que ayuda a que la piel y el tejido sane más rápido, también reducen la hinchazón y probabilidad de aparición de moretones. Consulta con tu doctor sobre la opción de utilizarlas para reducir el riesgo de desarrollar el seroma.
Elegir un buen cirujano plástico experto en cirugía corporal, que siga todos los pasos para evitar complicaciones, incluyendo las recomendaciones posoperatorias y las citas para monitorear el progreso e identificar a tiempo cualquier complicación ayudará a prevenir los seromas.
Resumen final
Para resumir sobre qué es un seroma, se trata de una acumulación de un flujo de color claro debajo de la piel, normalmente se forma tras una cirugía reconstructiva, cuando queda un espacio muerto en el cuerpo.
Los seromas pueden variar en tamaño, presencia o no de inflamación, pero normalmente se ven como un bulto suave e hinchado. Puede ser que desaparezcan solos sin causar problema o que requieran un tratamiento sencillo con una aguja y, en casos graves, una cirugía menor para eliminarlos.