La industria de la belleza ha generado millones en ganancias ofreciendo productos antienvejecimiento, aparte de las operaciones. Pero, en muchos casos las personas prefieren opciones no quirúrgicas que le ofrezcan un buen resultado. La clínica de cirugía estética en Albacete te da a conocer hoy todo lo que debes saber los tratamientos con bótox.
¿Qué es bótox?
Bótox es el nombre de la primera marca que comercializó esta proteína biológica (producida por una bacteria) y purificada que se deriva de la toxina botulínica tipo A. Su aparición en el mercado de la medicina se dio en 1980 como tratamiento para las contracciones musculares del rostro y trastornos neurológicos.
Esta toxina sirve para bloquear los impulsos nerviosos, reduce la contracción muscular. Su aplicación en el combate de las arrugas se descubrió de forma fortuita al aplicarla para tratar las afecciones médicas. Los expertos se dieron cuenta que suavizan las líneas de expresión y otras arrugas hasta que desaparecen.
Por esta razón es uno de los tratamientos más demandados, en 2014 se efectuaron de 4 a 8 millones de procedimientos con bótox. Lo que lo convierte en el más popular del mundo, abarca el 46.6 % de recursos no quirúrgicos realizados por los cirujanos plásticos. En Estados Unidos, la FDA, organismo que controla los alimentos y medicamentos, la aprobó el 1992.
¿Cómo se aplica el bótox?
Al inhibir la formación de acetilcolina los músculos se relajan y se atenúan o eliminan las arrugas. Además, la piel se muestra tonificada y luminosa. Se aplica mediante infiltraciones de toxina botulínica con una aguja fina en el músculo ubicado debajo de la piel de la zona a tratar. Al ser inyectada los músculos no se contraen y desaparecen las arrugas.
Hay dos tipos la A y la B, la primera es más potente por eso es la más pedida. Además de bótox el otro nombre comercial es Disport. La diferencia entre las dos es su composición molecular, aunque es muy pequeña. Dicha disimilitud es la que permite manejar las respuestas inmunológicas.
El procedimiento es ambulatorio, no es doloroso. Aunque en caso de que el paciente tenga el umbral del dolor muy bajo se le aplica una crema anestésica o se insensibiliza la zona con hielo.
El efecto comienza a mostrarse entre tres a siete días después de la aplicación. Se mantiene por cuatro meses, aunque varía de una persona a otra, en algunas sigue hasta los seis meses. Tras este periodo el cuerpo vuelve a segregar acetilcolina, lo que hace que se reproduzcan gradualmente las arrugas y pliegues.
¿Dónde se aplica el bótox?
La mayoría de las veces se aplica en las líneas de la frente, en las llamadas patas de gallo o líneas alrededor de los ojos. Así como en el resto de las líneas de expresión del rostro como las que aparecen a los lados de la boca, surco nasogeniano. En líneas de marioneta y arrugas labiales. Igualmente trata la sonrisa gingival (que muestra las encías al sonreír), elevar la punta de la nariz, afina el rostro. Puede borrar las arrugas del mentón y el cuello.
Para iniciar el tratamiento el médico se localiza la zona más fuerte del músculo. Luego lo marca con puntos y lo inyecta. Los pinchazos no dejan moretones en mayoría de los casos.
Todo lo que debes saber los tratamientos con bótox
Ante el crecimiento de la demanda de rejuvenecimiento facial con aplicaciones de bótox se debe alertar que no todas las personas pueden recibir la toxina. Hay casos en los cuales se debe evitar.
Personas con condición musculoesquelética como la Miastenia Gravis y el síndrome de Lambert Eaton. En mujeres embarazadas o que estén lactando. Tampoco si tienen parálisis de campana o las que padezcan de cualquier trastorno de coagulación de la sangre.
El tratamiento debe ser aplicado por especialistas, no corras riesgos innecesarios colocándotelo en gimnasios o salones de belleza. Acude a un consultorio médico. Procura hablar con tu médico y despejar todas las dudas que tengas antes del procedimiento.
La aplicación de bótox para la cara es muy delicado. Porque se trata de tu carta de presentación y querrás un excelente resultado.
Aparte de ser ambulatorio, es rápido, generalmente dura entre diez y 20 minutos. El paciente puede retornar rápidamente a sus actividades cotidianas. Sin embargo, la persona debe tomar algunas medidas como no agacharse durante 3 o 4 horas después de la infiltración.
Hay que evitar ejercicios y grandes esfuerzos físicos en este lapso. Cabe destacar que la duración de tratamiento también dependerá de la dosis aplicada, la técnica usada al inyectar, la concentración, la masa muscular y la respuesta inmune.
Las mujeres son las que más piden este procedimiento, alcanzan hasta el 86.7% de los pacientes. Pero los hombres están incorporándolo a su agenda médica, en 2014 su aplicación en este género fue de más de 640 mil.
Ese mismo año hubo 19.000 aplicaciones a personas de entre 13 y 19 años. Otra de las ventajas del bótox es que es compatible con otros procedimientos estéticos. Se puede combinar con radiofrecuencia, láser, rellenos faciales y otros de uso tópico.
Posibles complicaciones
Los efectos secundarios que pueden surgir se deben a que la inyección se haga en el lugar equivocado, una mala praxis. El paciente tendrá como resultado efectos raros en la expresión.
Además, si no cumple con las indicaciones las primeras horas luego del tratamiento también corre el riesgo de tener alguna reacción adversa. Puede tener movimientos poco naturales o expresión congelada. Afortunadamente todo eso es reversible, por lo que será transitorio.
Asimismo, si se vuelve a aplicar antes de los cuatro meses el cuerpo puede crear defensas contra la sustancia y aminorar el efecto en futuras aplicaciones. El retoque es permitido antes de los 15 días de la infiltración en el rostro.
El uso en adultos mayores debe ser cuidadosamente estudiado, se tiene que someter a un exhaustivo chequeo médico para proceder. En algunos la inyección provoca dolor, hinchazón, sensibilidad, eritema y moretones.
Otras complicaciones localizadas se producen por la migración de la toxina que desencadenan varias patologías. Entre las que se cuentan: diplopía (visión doble), disfagia (dificultad para tragar), potosíes palpebrales (descenso del párpado) y asimetrías faciales.
Otras utilidades del bótox
No sólo en la parte estética se usa el bótox, en el ámbito médico tiene otras utilidades tan o más importantes que la de eliminar arrugas. La toxina se aplica para los pacientes con distonía cervical y de cuerdas vocales.
Combate la hiperhidrosis que es la sudoración excesiva, se inyecta en las axilas, manos y pies, así como en el cuero cabelludo. Al colocarlo en todas las zonas que tienen glándulas sudoríparas se bloquea el estímulo nervioso y se frena la producción del desagradable sudor.
También sirve para los que padecen estrabismo, ojos vagos, migraña crónica, contracturas musculares y disfunción de vejiga. Trata igualmente el bruxismo evitando los problemas en la articulación temporomandibular y el síndrome del túnel carpiano. Los odontólogos y cirujanos maxilofaciales lo están usando cada vez más porque tiene muy pocos efectos adversos. No provoca cicatrices y mejora el dolor muscular facial.
Consejos para el uso del bótox
Antes de que use el tratamiento infórmele al médico tratante si es alérgico a algún medicamento o si tiene algún proceso alérgico. Además, si está tomando algún otro tratamiento o tiene alguna otra patología.
Si es la primera vez que se inyecta bótox es importante que el médico lo sepa, por ello aclare bien sus dudas. Otro aspecto básico es definir muy bien las áreas en las que se va a aplicar la toxina.
Justo después de las infiltraciones no toque, ni masajee la zona, no vaya a saunas o piscinas. Tampoco puede efectuar alguna actividad física que implique grandes esfuerzos, ni tomar alcohol. También está contraindicado realizarse otro tratamiento facial por al menos 24 horas. En caso de no estar a gusto con el resultado vuelva por retoques.
¿Bótox o ácido hialurónico?
Después del bótox el tratamiento al que más acuden las personas es el que se realiza con ácido hialurónico. Este ácido es una molécula que se encuentra en nuestra piel y se encarga de tener la piel hidratada. Retiene líquido para rellenar la piel desde adentro como una esponja.
A partir de los 25 años disminuye su concentración. Las personas que no quieren arriesgarse con la toxina botulínica se inyecta el ácido hialurónico. Se rellenan con este las arrugas, surcos, cicatrices, secuelas del acné o aumentar el tamaño de los labios y pómulos. Se aplica en la parte inferior del rostro.
El efecto dura entre seis y ocho meses porque se reabsorbe de manera natural y tiene un efecto rejuvenecedor inmediato. También se usa para darle el volumen perdido a las mejillas, mentón y mandíbula. El considerado nuevo bótox incluso reduce las ojeras.
Con el paso de los años ha mejorado la calidad de los rellenos con ácido hialurónico obteniendo una mayor durabilidad y menor inflamación. Se utilizan geles de bajo peso molecular que contienen lidocaína para que el especialista trabaje con más precisión. De esta manera el paciente se siente más cómodo. Otra ventaja del ácido es que para la gente que no quiere inyectarse hay en el mercado una extensa gama de cremas con esta sustancia.
La aplicación de estos tratamientos ayuda a aumentar inmediatamente la autoestima de los pacientes. Tiene beneficios psicológicos además de físicos. Si piensas que necesitas refrescar tu rostro con sólo pedir cita te ayudaremos. Ante cualquier duda acude a especialistas que te informen sobre el procedimiento. Por lo pronto te damos a conocer todo lo que debes saber los tratamientos con bótox.