Todos sabemos que los ojos son el centro de atención cuando mantenemos una conversación y por eso reflejan en gran medida el aspecto que perciben los demás de uno mismo. Además los párpados debido a su anatomía, sufren un proceso de envejecimiento precoz que nada tiene que ver con la actitud ni el estilo de vida de las personas que los sobrellevan.
Destacamos los signos más importantes de envejecimiento orbitario que aparecen sucesivamente y como mejorar cada aspecto.
A partir de los treinta o cuarenta años de edad ya suelen aparecer arrugas y exceso de piel tanto en el párpado superior, inferior como en la conocida como “pata de gallo”. Para mejorar este aspecto tenemos que eliminar la piel sobrante en el párpado superior e inferior mediante una intervención muy sencilla. Las pequeñas arrugas de la pata de gallo se pueden mejorar mediante las infiltraciones de toxina botulínica y también mediante la nueva técnica de relleno intradérmico con grasa, que ha supuesto una revolución en este aspecto.
Al pasar la década de los cincuenta es muy frecuente que el tono de las estructuras de sostén de los párpados (el músculo orbicular y los ligamentos cantales) disminuya y eso hace que se puedan ver las bolsas de grasa en el párpado superior pero sobre todo en el párpado inferior a través de la piel. Antaño el único tratamiento que se ofrecía para mejorar este aspecto era la eliminación de esta grasa orbitaria, pero actualmente sabemos que no en todos los casos va a ser suficiente y en ocasiones ni si quiera necesario. Cuando observamos unos párpados juveniles de una persona atractiva podemos ver una suave transición entre el pómulo (la zona malar) y la apertura de los párpados, la grasa orbitaria está ahí pero no se marca en la piel y esto ocurre así debido al buen tono de las estructuras de sostén antes nombradas y también debido a que el pómulo juvenil aporta proyección y sostén a la parte inferior del párpado.
(En la figura inferior se muestra un rostro juvenil con suave transición entre pómulo y párpado y un pómulo bien marcado)
Sabemos que anteriormente cuando había cirujanos que no tenían en cuenta estos dos detalles y exclusivamente trataban las bolsas de los párpados extirpándolas en todos los pacientes, los ojos podían quedar hundidos. Los pacientes no tenían bolsas en los párpados pero tampoco conseguían un rejuvenecimiento atractivo.
Actualmente sabemos que además de eliminar cierta cantidad de grasa sobrante es imprescindible reforzar el sostén del párpado inferior mediante la técnica de la cantopexia (anclaje del ligamento cantal) y orbiculopexia (anclaje del músculo orbicular) y además mejorar y rejuvenecer el pómulo para darle proyección sobre el párpado y así conseguir un rejuvenecimiento de una manera atractiva. Esto lo podemos conseguir utilizando la propia grasa del párpado inferior o mediante relleno de grasa autóloga (Lipofilling).
En el siguiente post continuaremos explicando cómo conseguir esa mirada fresca y juvenil que lamentablemente se pierde de manera precoz en muchas ocasiones.
Dr Miguel Fernández Calderón